Monday 6 June 2016

Croacia: Mito y Realidad - Mito: Un terrorista croata ustase asesinó al rey Alejandro


CROACIA: MITO Y REALIDAD

C. Michael McAdams

INDICE

  • Prefacio del autor a la tercer edición
  • Introdución
  • Croacia y los croatas
  • Mito: "Los croatas pidieron entrar en Yugoslavia
  • MITO: "UN TERRORISTA CROATA USTASE ASESINO AL REY ALEJANDRO"

    Mito: El rey Alejandro Karageorgevic fue asesinado por un terrorista croata ustase. En un interesante y retorcido argumento anticatólico, un cronista del Daily Reviewde Hayward, California, declaró que el asesino croata huyó al Vaticano, donde obtuvo protección.
    Realidad: El rey Alejandro Karageorgevic fue asesinado por un macedonio llamado Vlada Gheorghieff, miembro de la Organización Revolucionaria Macedonia.Gheorghieff no huyó al Vaticano, sino que fue atacado en el lugar del hecho por la Policía francesa y murió la misma noche del asesinato del rey.
    El mito fue uno de los primeros en ser cultivados por los artistas serbios de la desinformación, casi inmediatamente después de la muerte del rey Alejandro en 1934. A pesar del hecho de que éste fue el primer asesinato en ser filmado y que la identidad del tirador fue por tanto conocida en todo el mundo, el mito del "asesino croata" puede encontrarse incluso en enciclopedias y otros trabajos académicos.
    La Yugoslavia de Alejandro
    La historia de la muerte del rey Alejandro comenzó unos años antes, cuando el líder pacifista croata Stjepan Radic y otros cuatro líderes croatas fueron baleados por un diputado serbio en el piso del Parlamento. Seguidamente, Alejandro se declaró "rey-dictador" el 6 de enero de 1929, aboliendo cualquier pretensión de constitucionalidad. Usando el asesinato como instrumento de gobierno, prohibió todos los partidos políticos, comenzó la persecución a los judíos y rápidamente pasó a ser uno de los dictadores más odiados de Europa.
    Cuando el afamado intelectual croata Milan Sufflay fue brutalmente asesinado por la policía secreta de Alejandro, hasta Albert Einstein y Heinrich Mann se unieron al coro internacional de condena al régimen, escribiendo en el New York Times del 6 de mayo de 1931:
    "Los hechos demuestran que la crueldad y la brutalidad ejercidas sobre los croatas solamente aumentan... No se puede tolerar al asesinato como arma política y los asesinos políticos serbios no deben ser considerados como héroes nacionales".
    Hacia 1934, más de 19 mil croatas fueron condenados a prisión con penas superiores a 20 años y más de 200 fueron sentenciados a pena de muerte por violar el decreto draconiano que abarcaba todo, conocido como "Ley de Defensa del Reino". Cientos más "cometieron suicidio", murieron de enfermedad en prisión o fueron muertos por gendarmes en "supresión de rebelión". Montenegrinos, eslovenos, macedonios y hasta serbios democráticos no la pasaron mucho mejor bajo el gobierno despótico de Alejandro.
    Habiendo eliminado todas las opciones pacíficas de cambio, Alejandro, como Hitler y Mussolini, vivía con miedo por su vida, por buenas razones. Desde la fundación de Serbia en 1804 hasta la fundación de Yugoslavia en 1918, hubo once reinados. En este período de 114 años el reinado promedio fue menor a diez años. De todos los monarcas en la historia serbia, solamente dos, Milos y Petar I, murieron en el trono por causas naturales, y ambos llegaron al poder después de haber pasado por el exilio.
    La "dinastía" Karageorgevic fue fundada por Karageorge ("Jorge el Negro") Petrovic, un campesino criador de cerdos que, según él mismo admitiera, mató a 125 hombres con sus propias manos, incluyendo a su padrastro y a su hermano. Alejandro fue muerto por Milos en 1817. El hijo de Jorge el Negro, también de nombre Alejandro, retornó al trono en 1842 pero fue depuesto por la rival "dinastía" Obrenovic y murió en el exilio en 1885.
    A su vez, Obrenovic y su reina fueron asesinados en 1903 por Petar I, padre de Alejandro de Yugoslavia. Alejandro llegó al trono sólo debido a que su hermano mayor, el príncipe Jorge, asesinó a su mayordomo y se vio forzado a renunciar a su pretensión al trono.
    Marsella
    El legado de los reyes de Serbia, la opresión de Alejandro y la cólera de quienes pudieron escapar de la opresión, se unieron el 9 de octubre de 1934, cuando el crucero yugoslavo Dubrovnik arribó al puerto francés de Marsella, con Alejandro a su bordo. Debajo de su apretado uniforme de almirante, el rey llevaba puesto su acostumbrado chaleco antibalas. Debido al enorme tamaño del Dubrovnik, el buque ancló en la bahía y Alejandro fue trasladado a la orilla en un barco más pequeño, dejando atrás a la mayor parte de su cuerpo de guardaespaldas.
    Alejandro había estado en suelo francés menos de cinco minutos, cuando Vlada Gheorghieff se encaramó al automóvil del rey y abrió fuego con una pistola automática Mauser de veinte tiros, matando al rey, al ministro francés de Relaciones Exteriores, Louis Barthou, y a dos personas que estaban mirando.
    Gheorghieff, que era macedonio de nacimiento y ciudadano búlgaro, era miembro de la Organización Revolucionaria Macedonia, que buscaba liberar a Macedonia de Yugoslavia. El coronel francés Pialet, montado a caballo al lado del automóvil, inmediatamente desenvainó su sable y atacó a Gheorghieff, quien murió más tarde, esa misma noche. El famoso defensor francés Georges Desbonnes recordaba más tarde:
    "Motivados por el respeto a Su Majestad, los médicos no examinaron todo el torso superior del Rey, no viendo al comienzo la herida mortal en la espalda de Alejandro".
    Todo el evento fue filmado y cubierto por docenas de periodistas y presenciado por centenares de personas. Alejandro estaba entre los dictadores más odiados y temidos de Europa, y media docena o más de posibles asesinos, de varias nacionalidades, estaban esperándolo en Marsella ese día. Debido a que la herida mortal del rey estaba en su espalda, y Gheorghieff se encontraba ubicado frente a él, Desbonnes estaba seguro de que realmente lo había matado una bala de uno de sus propios guardaespaldas, quienes disparaban salvajemente.
    De cualquier forma, no hay ninguna duda histórica de que un ciudadano búlgaro, nativo de Macedonia y miembro del Movimiento Revolucionario Macedonio, de nombre Vlada Gheorghieff, montó la plataforma, disparó, fue derribado de un golpe, murió esa noche bajo custodia policial y fue sepultado en un cementerio de Marsella, en presencia de dos funcionarios policiales y un sepulturero.

    Edición electrónica de Studia Croatica, 1998
  • Mito: "Todos los croatas eran fascistas durante la Segunda Guerra Mundial; todos los serbios eran pro-aliados
  • Mito: "El canasto de ojos humanos"
  • Mito: "Murieron dos millones de serbios"
  • Mito: "Los croatas ejecutaron docenas de aviadores estadounidenses"
  • Mito: "No hubo venganza contra los croatas después de la Segunda Guerra Mundial"
  • Mito: "Las fronteras se trazaron para favorecer a Croacia"
  • Mito: "El idioma serbo-croata"
  • Mito: "Tudjman y Milosevic son conversos tardíos del comunismo a la democracia"
  • Mito: "Los serbios no tenían derechos garantizados en Croacia"
  • Mito: "Los buscadores de fascismo"
  • Mito: "El escudo croata es un símbolo fascista"
  • Mito: "En busca del hurón fascista"
  • El Mito Final: "Yugoslavia" 
  • Bibliografía 
  • El autor

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