Wednesday 19 October 2011

Pablo Tijan: Tradiciones biblicistas croatas

TRADICIONES BIBLICISTAS CROATAS

CON MOTIVO DE LA EDICIÓN MADRILEÑA DE LA SAGRADA ESCRITURA EN CROATA

Pablo Tijan

Studia Croatica, volumen 3-4, 1961

Acabada la última contienda mundial, la capital de España inició a grandes pasos el proceso de convertirse en centro cultural de carácter cosmopolita. Aparte de un elevado número de hispanoamericanos que en Madrid estudian y desarrollan sus actividades culturales, hay en la capital de España muchos intelectuales y estudiantes de todos los países del Centro y Este europeo que aquí continúan sus estudios y trabajan intensamente para sus respectivas colectividades nacionales en el exilio. Los que por su seria y sistemática labor cultural se destacan más entre ellos son, indudablemente, los croatas.

La colonia croata tenía en Madrid, durante casi dos lustros, la sede de su organización Croatia Academica Catholica, agrupación central de los intelectuales católicos croatas diseminados por todos los países del mundo. Esta organización publicó desde 1949 hasta 1955 su revista Osoba i Duh (Persona y Espíritu) bajo la dirección del P. Jacinto Eterovic, O.P. y el poeta y periodista Lucas Brajnovic. La inevitable dispersión de los jóvenes intelectuales croatas, acabados sus estudios universitarios en España, comportó también la supresión de la publicación de esta bien dirigida revista. Aunque es de lamentar su desaparición, sin embargo, hay que decir que tales revistas tienen su propio momento histórico y cumplida su tarea, pueden y deben ser sustituidas por otras empresas editoriales que se adapten mejor a las nuevas circunstancias y oportunidades.

Durante los años de su más fecunda actividad, la organización Croatia Academica Catholica edita, en 1953, la segunda edición del Nuevo Testamento en magnífica traducción croata de Mons. Ivan Ev. Saric, anciano arzobispo de Sarajevo y poeta, que también halló en Madrid el refugio y la paz al calor de los cuarenta años de benemérito apostolado en su arquidiócesis. Esta edición del Nuevo Testamento, destinada a los emigrados croatas, ha sido bien acogida de modo que una nueva empresa, la editorial croata Osvit, fundada en Madrid por el escritor Lucas Brajnovic, decidió publicar todos los libros de la Sagrada Escritura, cosa que en este año ha sido llevada a cabo[1].

Las ediciones de la Sagrada Escritura siempre son un acontecimiento cultural de primer orden, puesto que la mayoría de las naciones modernas comienzan su historia literaria precisamente con la traducción de la Biblia en lengua vernácula. A España se debe el honor y el mérito de haber editado la primera Biblia políglota. Actualmente está preparándose otra edición poliglota del Libro de los Libros. Cabe, pues, dentro de la tradición biblicista española, hablar también de esta edición croata.

Los croatas son los primeros eslavos que recibieron el Santo Bautismo, ya en los siglos octavo y noveno, permaneciendo siempre fieles a la Iglesia católica romana. La tradición bíblica entre ellos es muy antigua y muy arraigada, pues se apoya nada menos que en la autoridad de San Jerónimo. Es sabido que los croatas de la costa adriática conservaron el privilegio de usar el eslavo eclesiástico en la liturgia, concesión excepcional que consagra definitivamente su fidelidad a la lengua y a la escritura de los apóstoles eslavos SS. Cirilo y Metodio. En momentos difíciles, cuando había necesidad de oponerse a la latinización, los glagolitas croatas defendían sus prerrogativas con la autoridad de S. Jerónimo como presunto autor de la escritura glagolítica y primer traductor de los Santos Evangelios en croata, habiéndose olvidado la verdad histórica de los SS. Cirilo y Metodio.

No puede decirse con seguridad cuándo empieza a traducirse la Biblia en la viva lengua croata, pero los más antiguos textos de la lengua croata son precisamente los textos bíblicos que encontramos en los evangelistarios y leccionarios. El más antiguo leccionario conservado es el de Korcula y data del siglo XIV. El leccionario de fray Bernardino Spalatense es el primer texto bíblico croata impreso y, al mismo tiempo, el primer libro croata impreso con caracteres latinos. El propósito bien definido de traducir toda la Biblia en croata y editarla, nace a principios del siglo XVI son los años que siguen a la Poliglota Complutense. La iniciativa se debe al insigne príncipe Bernardino Frankopan que, en 1521, encargó a cinco glagolitas croatas la traducción de la Biblia entera a la lengua croata. Los croatas se adelantan, pues, a la Reforma en cuanto a la apreciación de los textos bíblicos para la educación de los feligreses y serán los mismos protestantes los que, más tarde, reconocerán estos esfuerzos católicos croatas y se servirán de ellos para su propaganda entre los eslavos del Sur. No obstante, este intento del príncipe Bernardino no fue nunca realizado, probablemente a causa de las invasiones osmanlíes que despojaron al anciano aristócrata de sus mejores posesiones.

A pesar de las guerras con los turcos, las ocupaciones biblicistas en Croacia no se abandonan y cien años después del intento del príncipe Frankopan, el jesuíta Bartolomeo Kasic tradujo el texto entero del Antiguo y Nuevo Testamento en la viva lengua croata, pero no logró imprimirlo porque las tradiciones glagolitas fueron demasiado fuertes y los sacerdotes preferían el lenguaje arcaico eclesiástico para los textos sagrados. Siguieron numerosas realizaciones parciales hasta el año 1831 cuando, por fin, se logró publicar el texto íntegro de la Biblia en croata. Desde entonces hubo varias ediciones posteriores, siempre de nuevos traductores que perfeccionaban la lengua de la traducción y el aparato crítico,. según los nuevos resultados de las ciencias bíblicas.

Sin embargo, hay una faceta en la tradición biblicista del pueblo croata que lo distingue de otros pueblos y lo acerca al español. Es el afán misionario, común a los católicos españoles y croatas. Ya se ha dicho que los españoles se adelantaron a la Reforma en cuanto al cultivo de las ciencias bíblicas, igual que los croatas, por lo menos con respecto a las traducciones y a la lectura de la Sagrada Escritura.
 
Artículo completo: http://www.studiacroatica.org/revistas/003/00319.htm

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